martes, 22 de octubre de 2013

PLATILLOS TIPICOS DE ITALIA

GULASH

Gulash (en húngaro: gulyás) es un plato especiado, originario de Hungría, elaborado con carne porcina, cebollas, pimiento y pimentón. El nombre proviene del húngaro gulyás, que significa "boyero" (pastor de bueyes). A pesar de su origen húngaro, diversas variantes de este estofado pueden encontrarse en países del antiguo imperio austrohúngaro.
Características
  
El gulash es un plato muy popular en la cocina húngara, así como en los países vecinos, Eslovenia y otros de Europa central (Eslovaquia, la República Checa, Austria, Norte de Italia), los Balcanes (Croacia y Serbia) y en otros países de la región (Ucrania, Rumania). El aspecto es parecido al de la carne estofada o ragú, aunque también existe la sopa de gulash. Se considera como una comida casera y sencilla, debido a que requiere sólo un poco de atención al comienzo durante su preparación, además de estar compuesto por simples trozos de carne.
El único problema que presenta este plato es el largo tiempo de cocción de la carne. A pesar de su sencillez y de sus orígenes humildes, suele servirse en la mayoría de los restaurantes. Hay una gran variedad de gulash, dependiendo de la región. Suele acompañarse de ensalada de patata y perejil[cita requerida] y comerse con pan, también con Spätzle, papas u otros alimentos de carbohidrato.
Me encantan los estofados, sobre todo los de morcillo, y en el cuadernillo de cocina italiana encontré este goulash que, tras alguna duda superficial, no dudé en abordar.
INGREDIENTES
300 gr morcillo en tacos
manteca de cerdo
cebolla
ajo
orégano
apio
un vaso de vino blanco
salsa de tomate (o tomate rallado)
caldo
patata
sal y pimienta
Derretimos en la olla una cucharada de manteca de cerdo.
Salpimentamos la carne y la rehogamos.
Cuando empiece a cambiar de color doramos la cebolla, el ajo, el orégano y el apio en ramas (para poder retirarlo después).
Añadimos el vino blanco y hervimos hasta que se consuma.
Echamos el tomate, el caldo, tapamos la olla y cocemos a velocidad 2 unos 12 minutos.
Mientras, pelamos las patatas y las cortamos en trozos y las doramos en aceite.
Despresurizamos la olla y echamos las patatas escurridas, mezclamos todo y damos un hervor para que se mezclen los sabores.
Servimos.
Sencillo, noble y contundente, este plato de olla de origen húngaro, es ideal para el invierno y muy fácil de preparar. Tradicionalmente se hace con carne, papas, cebollas y páprika y se acompaña de unos pequeños ñoquis artesanales hechos con harina, agua y huevo, llamados spätzle, muy típicos del sur de Alemania, Hungría y Austria. Es una comida simple y casera que se extendió por todo el mundo y aunque existen muchas recetas y variantes, lo más común es hacerlo con carne de vaca pero también se hace con cerdo o cordero, el único secreto son las horas de cocción. Aquí, cinco buenos lugares para comer un goulash de verdad. 
Club Hungaria
Este tradicional club de barrio de la colectividad húngara ubicado en Olivos tiene un restaurante abierto para todo el que quiera conocer la cocina centroeuropea. El lugar es cálido y familiar y el goulash es riquísimo y hay de varios tipos: el clásico de nalga, de cerdo, el mixto (de nalga y cerdo) y el de mondongo. También muy ricas figasas (tortas fritas húngaras), repollo relleno (de carne de vaca, cerdo, panceta y chucrut), cordero a la Transilvania y lomo con papas rejillas. De postre, el clásico rigos (torta de chocolate en varias capas) y strudels de distintas variedades. 
La casa polaca
En una casona de Palermo, dentro del edificio de la Unión de Polacos de la República Argentina, funciona desde hace veinte años este restaurante de comida tradicional con influencia alemana y centroeuropea. Su especialidad es el goulash en versión polaca, con carne de vaca guisada a la páprika y acompañada de crema de leche y papas al natural, pero también hay muy buenos pierogi (capelettis rellenos de papa y queso blanco), sopa fría de remolacha, salchichas ahumadas con chucrut, niños envueltos y mondongo guisado a la varsoviana. 
Dobar Tek
Pequeño restaurante familiar ubicado a pocas cuadras de la Plaza Dorrego de San Telmo que prepara comida típica croata desde hace varios años. La especialidad de la casa es el goulash de ternera guisada con spätzle en porciones abundantes, los ajíes rellenos, el codillo de cerdo con chucrut, el leberwurst y un fiambre casero de cerdo ahumado y también muy buenos strudels salados (con calamares y mejillones o con jamón ahumado) y dulces (de manzana con helado, crocante de almendras y caramelo). En Mar del Sur tienen una sucursal llamada Makarska.
Turandot
Otro restaurante que abrió en Palermo hace más de siete años y ofrece comida húngara con recetas tradicionales y se especializa en goulash de distintas variedades como el de ternera, de cerdo, de cordero, de conejo, de salchicha ahumada y el vegetariano. Además, hacen ricos varenikes (rellenos con papa), bife a la Budapest y sholet, otro plato emblemático a base de porotos aluvia con pechito y carré ahumado, panceta, roast beef y huevo duro. También muy buenos postres como la torta Dobos, los strudels (de manzana, guindas o amapolas) y el panqueque Turandot. 
Austria
El Klub Austria fue fundado en 1940, queda en la Zona Norte y es un lugar familiar y de ambiente popular que mantiene las tradiciones de la cultura austríaca y ofrece en su restaurante especialidades de su gastronomía. El plato fuerte es el goulash, lo hacen con roast beef en cocción lenta y mucho pimentón y spätzle y viene en un generoso plato individual o en una cazuela de barro para compartir entre 4 y 6 personas. También hay strudel de queso de cabra, salchichas con chucrut, embutidos nórdicos y bondiola braseada con naranja, miel y bourbon. 
 vinculo: gulash



GNOCCHI ALLA SORRENTINA

Una primera originaria plato muy rico de la Campania que puede deleitar a los paladares más exigentes y hacer que tu mesa muy agradable y amable a los ojos de sus invitados deliciosas albóndigas de patata cuya preparación implica el uso de harina y agua con el condimento ofrece salsa de tomate, por lo general con carne salsa de queso mozzarella, parmesano y albahaca.
 Al horno en una cazuela pequeña (Pignatiello), luego se sirve muy caliente, listo para ser probado en la mesa y, al igual que los platos más o menos conocidos, incluso a la de Sorrento Gnocchi, pueden encontrar variaciones en los ingredientes que pueden cambiar dependiendo del gusto de los invitados, y no es un caso que puede ser ofrecido en varios restaurantes de todo el mundo y es uno de los platos más populares de la red.

Los ñoquis (gnocchi) son unas bolitas ovaladas de patata y harina, típicas de la cocina italiana. Como me gustan tanto las patatas la primera vez que probé esta receta, me dije que tenía que incorporarla a mi recetario y entre mis próximos proyectos está el hacer los ñoquis caseros.
La receta proviene del sur de Italia, de la zona de Sorrento de la que coge el nombre. Sigue la línea del blog de recetas sencillas y fáciles. Aunque es un primer plato, la mezcla de los diferentes ingredientes, especialmente de los quesos, lo convierte en mi opinión, en un plato contundente por lo que puede comerse como plato único o como segundo plato después de por ejemplo una ensalada (también dependerá de la cantidad que hagamos).
Ingredientes
500 gr. de gnocchi frescos
 ½ cebolla
 350 gr. de tomate natural triturado
1 pizca de azúcar
8 hojas de albahaca fresca
sal
aceite de oliva
1 bolsa de mozzarella de búfala fresca
parmesano en polvo
Paso 1
 Pelamos la cebolla y la cortamos en trozos pequeños. Ponemos 2 cucharadas de aceite en un cazo, añadimos la cebolla y sofreímos. Cuando empiece a coger color incorporamos el tomate, la sal y el azúcar. Tapamos y dejamos unos 10 minutos a fuego bajo. Pasado ese tiempo añadimos la albahaca troceada y dejamos otros 5 minutos.
Paso 2
 Mientras, ponemos al fuego una olla con abundante agua, cuando rompa a hervir añadimos sal y los ñoquis. Una vez que empiecen a subir a la superficie vamos sacándolos con una espumadera a un colador. Precalentamos el horno a 200º.
Paso 3
 Escurrimos la mozzarella y la cortamos en dados. Mezclamos los ñoquis con la salsa de tomate y los trozos de mozzarella. Ponemos en una bandeja de horno y cubrimos con el queso parmesano. Introducimos en el horno hasta que el queso se funda y se dore.
Paso 4
 Servir.
Buen provecho
 Si queremos utilizar tomates frescos, necesitaremos ½ kg de tomates maduros, que previamente habremos escaldado en agua caliente un par de minutos para poder pelarlos mejor, les quitamos las semillas, los cortamos en dados y una vez realizado el paso 1 (el tiempo de cocción aumentará a unos 30 minutos vigilando que no reduzca mucho), pasamos la salsa por el pasapurés. 



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